Siempre decimos que conocemos nuestra tierra y yo siempre digo que no. Calahorra tiene rincones mágicos que no los conocemos y espero que poco a poco nos vayamos acercando a ellos. Siempre he tenido el gusanillo de la cámara y era un proyecto que tenía entre manos desde hace años. Ahora tengo cámara y poco a poco iremos descubriendo Calahorra e iré aprendiendo a manejar mi cámara, mi nuevo amigo de viaje. Un abrazo a todos.